Membros de Honra MariaEmilia Postado Janeiro 29, 2010 Membros de Honra Postado Janeiro 29, 2010 Correo del Sur http://www.correodelsur.com/noticias/2010/0129/index.php [align=justify]La Paz: 118 familias lo pierden todo Tras el drama por las pérdidas, más de 400 personas ahora duermen en carpas armadas en campos deportivos Un súbito deslizamiento sorprendió la madrugada de ayer a 118 familias de la zona Huanu Huanuni, un barrio colindante con Bella Vista, al sur de la ciudad de La Paz. El movimiento destruyó 72 viviendas y los damnificados huyeron, en la madrugada, sin sus pertenencias. Los vecinos dormían cuando comenzaron a sentirse las primeras manifestaciones de lo que más tarde sería una "tragedia". A las 4:20 Justa Canaviri (40), una vecina que vive en la zona hace 24 años, sintió un temblor y escuchó un ruido. "Nunca pensé que nos iba a pasar esto", contó entre sollozos. De pronto, los vidrios de las casas comenzaron a temblar y la tierra a caer, relató Delfina Arcaya, una de las primeras en habitar el lugar hace más de 30 años, quien señaló que "era como que una volqueta estaba echando piedra". Entonces la gente empezó a salir de sus casas. A las 5:00, Delfina (50) vio a su hijo, quien vivía en una casa en alquiler cerca a la suya, correteando para tratar de sacar su taxi del garaje, pero fue imposible porque se inició el desprendimiento de tierra de la parte alta de la pendiente. A esa hora Fernando Jurado (40) estaba retornando a su hogar y ante el movimiento inusitado de algunas personas y la caída de tierra sólo atinó a gritar a sus vecinos para que abandonen sus viviendas."Salgan, salgan pronto". A partir de ese momento, las casas cayeron como dominó."Era un estruendo fenomenal", contaron. ESCAPARON ABRUPTAMENTE Toda la gente salió como pudo y con lo que vestía, muchos estaban con pijamas, chancletas, poleras y enaguas, y así permanecieron toda la jornada en espera de rescatar sus enseres. El primer impulso fue despertar a sus familiares para abandonar las viviendas, aunque cada persona sentía la necesidad de rescatar sus objetos personales. Entre las 4:20 y las 10:00, los muebles quedaron bajo tierra y en medio de maderas y calaminas. Desde lejos se podía observar los enseres personales "colgando", entre los muros que aún se desprendían de sus cimientos. Edgar (60), otro vecino antiguo de la zona, contó que cuando oyó el ruido lo primero que hizo fue sacar a su esposa y buscar a sus hijos en sus habitaciones, la puerta de una de ellas se había atascado y fue necesario abrirla a patadas para escapar de inmediato. "Ellos salieron sin zapatos y semidesnudos, pero salimos todos", contó. LA AYUDA DEMORÓ A las 5:30 uno de los vecinos ya había llamado al Retén de Emergencias y a la Policía que llegó a las 6:00, según señaló Iván, un joven que vivía en la zona hace siete meses. Después lo hizo el personal de la Alcaldía, quienes junto con los efectivos colaboraron en sacar algunos objetos de las familias afectadas en la calle dos y tres de la zona. A las 7:30 el Ministro de Gobierno, Sacha Llorenty, arribó al lugar del siniestro y ofreció toda la colaboración para evacuar a las personas y para rescatar sus bienes. “Estamos haciendo un trabajo coordinado con lo mejor que tenemos en la Policía, la Alcaldía de La Paz y el personal de las Fuerzas Armadas”, dijo. El alcalde Juan Del Granado, a las 8:30, dio un informe preliminar de lo ocurrido y aseguró que hasta entonces eran cuatro hectáreas las afectadas y entre 50 y 70, las viviendas colapsadas. La Guardia Municipal cercó la zona y colocó listones amarillos a las 08.00 y evitó que los afectados ingresaran a la zona para evitar daños personales. EL ESFUERZO DE AÑOS QUEDÓ ENTERRADO La impotencia de ver caer el sacrificio de años de trabajo provocó que una mujer de unos 50 años se desmaye, tras lo cual fue trasladada al Hospital de Clínicas; otra sufrió un shock y fue atendida por los efectivos de la Guardia edil. Una anciana se dobló el tobillo al escapar de la zona. De momento en momento se escuchaba el llanto de las personas. El cerco policial evitó que la gente retornara a sus casas para rescatar sus objetos hasta mediodía, debido a que el informe de los geólogos de la Comuna paceña daba cuenta de que la tierra aún cedía y había el riesgo de nuevos movimientos. Así, a las 10:00 se produjo el último desmoronamiento: una casa de ladrillo y cemento de tres plantas. El temor de las personas afectadas, que estaban impedidas de ingresar al área deslizada, era perder su dinero, joyas y documentos. Algunos aseguraban que “los guardias por ayudar van a mover todo y se sacarán nuestras cosas”. Un vecino cuyo ropero quedó colgando y a la vista de todos se acercó al Alcalde para comentarle en voz baja que en ese mueble se encontraba su dinero y le pidió encarecidamente rescatarlo. Una mujer quien vio acercarse a las casas derrumbadas a su padre gritó de pronto “mi papá, mi papá”, e intentó correr a alcanzarlo; la Guardia Municipal la detuvo y la calmó diciéndole que los efectivos del lugar impedirían que se acercara. Su miedo era que cayeran las casas y enterraran a su progenitor. Otra muchacha gritó despavorida cuando vio acercarse un tractor al lugar del deslizamiento creyendo que iba a aplanar el sitio donde aún su casa estaba en pie. Los damnificados lograron rescatar algunos objetos en medio de una persistente llovizna. ANTIGUA ZONA DE DERRUMBES El barrio Huanu Huanuni, afectado ayer por un derrumbe súbito de 72 viviendas, es una antigua zona de deslizamiento, aunque ayer el alcalde Juan del Granado negó esta situación. En 2007, el actual oficial Mayor Técnico, Vladimir Toro, mostró a La Prensa el mapa de riesgos actualizado y en él figuraba la zona Huanu Huanuni. Ayer, el mismo funcionario admitió que el último deslizamiento en el sector sucedió hace 30 años, cuando en el área sólo existían viviendas precarias. El alcalde Juan del Granado expuso ayer en la tarde un balance de situación en el cual explicó que la saturación de aguas, las excesivas construcciones y la alta pendiente fueron los tres factores que provocaron el deslizamiento. Pero realizó dos omisiones: uno, no dijo que al pie del talud deslizado se encuentra el río Kolpajahuira, que justamente en el sector desmoronado carece de canalización o de embovedado, y negó que el área sea un deslizamiento activo con los argumentos de que en los últimos 20 años no hubo un reporte de movimiento de tierras en la zona y que en los últimos días no se presentaron reportes de alarma en el sector. Del Granado informó que el siguiente paso será la estabilización de la zona, a través de la demolición controlada de algunas viviendas que si bien no cayeron del todo no pueden permanecer de pie. VECINOS ROMPEN CERCO PERO RESCATAN MUY POCOS OBJETOS A las 13:15 de ayer, decenas de vecinos rompieron un cerco de control de uniformados y funcionarios ediles, y corrieron rumbo a las ruinas de sus casas. Pero ya era demasiado tarde, y muy pocos pudieron encontrar algunos muebles, ropas y otros enseres. El fenómeno no provocó daños personales, pero sí cuantiosas pérdidas económicas. La mayoría de las pertenencias y enseres –incluyendo automóviles– de los vecinos, quedaron bajo toneladas de lodo y escombros. “Quería sacar al menos mi tele y mi cocina, pero no me dejaron”, se quejaba en medio de sollozos doña Arminda. DUERMEN EN CARPAS Ayer por la tarde, una vez levantados datos de las personas afectadas, las mismas fueron acomodadas en carpas instaladas en tres campos deportivos cercanos al barrio, con el resguardo policial y municipal. Los mercados populares de La Paz garantizaron el suministro de alimentos, hasta el domingo, a los más de 400 damnificados por el derrumbe de casas en el barrio de Huanu Huanuni, informó el alcalde Juan del Granado. DESASTRE EN CIFRAS 495 minutos Duró el deslizamiento de tierra, entre las 4:45 y las 13:00. El primer remezón fue tan fuerte que no les permitió sacar ni ropa a los damnificados. Había casas lujosas en la zona 400 personas Se encuentran en la calle. La mayoría de los vecinos había trabajado toda su vida para tener una casa. 72 ya están reducidas a escombros y un centenar aún corre peligro 28 zonas De la ciudad Sede de Gobierno son consideradas como sectores propensos a sufrir desastres. Una maraña de ríos subterráneos y superficiales surca la hoyada, facilitando este tipo de desastres 73.000 metros cúbicos De tierra y escombros se calculan que fueron arrastrados por el deslizamiento en las 1,8 hectáreas afectadas. En algunos puntos la tierra alcanzó una profundidad de 15 metros. Morales tiene en sus manos declaratoria de emergencia El presidente Evo Morales tiene en su poder el proyecto de Decreto Supremo de Declaración de Emergencia Nacional, y sólo de él depende la puesta en vigencia de esta medida que permitirá el desembolso inmediato de recursos para socorrer a los damnificados por las lluvias que en todo el país llegaron ayer a 24.200 familias, 1.580 más que hasta el miércoles. El viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco Ayma, informó ayer, a La Prensa, que una vez que el proyecto fue emitido el miércoles por el Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres, (CONARADE), “sólo resta esperar que en las siguientes horas el Mandatario lo firme. Todo indica que será mañana (por hoy). Las constantes lluvias caídas desde mediados de diciembre de 2009, provocaron la muerte de 14 personas en todo el país Tuco detalló que los daños alcanzaron a 74 municipios, un 78 por ciento de los cuales se encuentran en Santa Cruz y Cochabamba, departamentos que junto a Beni y Chuquisaca se encuentran en estado de emergencia. El Viceministro adelantó tres puntos centrales del decreto de emergencia: “indica que los centros de operaciones de emergencias (COE) municipales y nacionales funcionen en forma permanente; que habrá una responsabilidad amplia de Defensa Civil para que coordine y apoye a todos los municipios afectados y, aunque no establece montos específicos, norma que los recursos de auxilio sean desembolsados en la medida de las necesidades”. De acuerdo a la Constitución, cuando se decreta la emergencia nacional, el Gobierno pone de inmediato a disposición el 0,1 por ciento del Presupuesto General de la Nación (PGN) para paliar las necesidades. Para 2010, el PGN fue fijado en 105.964 millones de bolivianos, lo que significa que una vez que Morales dé vía libre a la declaratoria, estarán disponibles poco más de 100 millones de bolivianos.[/align]
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