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Bolivia : Conflicto social se agrava y el diálogo no llega


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[align=justify]La marcha de fabriles que se concentró frente al Ministerio de Trabajo, en la intersección de las calles Mercado y Yanacocha, derivó en un intento de toma violenta por parte de irascibles manifestantes.

 

La movilización de trabajadores, agrupados en la Central Obrera Boliviana (COB), terminó ayer en enfrentamientos con efectivos policiales que dejaron como saldo un herido y 17 aprehendidos. Las explosiones de petardos y dinamitas causaron zozobra entre los habitantes de la Ciudad de La Paz.

 

La jornada de ayer estuvo caracterizada por marchas en distintos puntos del país, pero fueron minimizadas por autoridades gubernamentales al asegurar que la movilización fue parcial y las actividades se desarrollaron con relativa normalidad en el sector privado y público.

 

A comparación de las movilizaciones anteriores, está se caracterizó por el marcado divisionismo interno, en vista de que varios sectores ratificaron su rechazo a la actual dirigencia del máximo organismo que aglutina a los trabajadores, liderizada por Pedro Montes.

 

Los fuertes enfrentamientos con efectivos policiales, el más extremo ocurrido en puertas del Ministerio de Trabajo, se originaron cuando el sector fabril intentó tomar de manera violenta el edificio, hubo destrozos dentro y fuera de esta cartera del Estado, quemaron y rompieron las puertas y ventanas, pusieron dinamitas, además de agredir a los funcionarios.

 

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Caos, congestión y violencia caracterizaron paro de la COB

 

El paro convocado por la COB, se tornó violento cuando trabajadores fabriles atacaron las oficinas del Ministerio de Trabajo y provocaron duros enfrentamientos, que pusieron en riesgo a la ciudadanía.

 

El paro convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) en oposición al anuncio oficial del Gobierno de un incremento salarial, se tornó violento la tarde de ayer, cuando trabajadores fabriles atacaron hasta con explosiones de detonadores de dinamita las oficinas del Ministerio de Trabajo, en el centro de La Paz, lo que dejó como saldo una mujer herida de gravedad y 17 detenidos.

 

En la protesta sólo intervinieron el sector de maestros urbanos, salubristas y fabriles, estos últimos los más radicales, y no incorporó a campesinos ni transportistas.

 

Al promediar las 14.30 horas, una marcha principalmente de fabriles, se concentró frente al Ministerio de Trabajo, en la intersección de las calles Mercado y Yanacocha, y derivó en un intento de toma violento por parte de irascibles manifestantes.

 

La marcha, posteriormente, se traslado a la avenida Montes, donde fueron los diferentes sindicatos de la COB, que colapsaron el centro paceño causando graves perjuicios a la ciudadanía, que se vio imposibilitada de realizar sus labores cotidianas.

 

Los maestros, médicos y paramédicos y fabriles, también, se alternaron por el neural paseo capitalino El Prado de La Paz, cuyo tráfico estuvo a punto de colapsar, al tiempo que, contra todo pronóstico, un grupo de trabajadores de la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) se plantó en las puertas de las oficinas de la estatal en la calle Suazo para reclamar el pago de un bono a la producción.

 

A comparación de marchas anteriores, está se caracterizó por el marcado divisionismo interno, en vista de que varios sectores ratificaron su rechazó al actual ejecutivo del máximo organismo que aglutina a los trabajadores, liderizada por Pedro Montes.

 

Los fuertes enfrentamientos con efectivos policiales, el más extremo ocurrido en puertas del Ministerio de Trabajo, se originó cuando el sector fabril intento tomar de manera violenta el edificio, hubo destrozos dentro y fuera del Ministerio, quemaron y rompieron las puertas y ventanas, pusieron dinamitas y agredieron a los funcionarios.

 

Una de las transeúntes del lugar, que se encontraba con su niño pequeño, denunciaba actos de vandalismo en los enfrentamientos. “Se pusieron muy agresivos, rompieron a patadas la puerta, no respetaron nada y empujaron a todos para encender fuego en el lugar”, enfatizó Nancy Irahola.

 

Se evidenció que en el lugar existía una mesa con un impacto de bala e informaron que hubo un herido entre los funcionarios del Ministerio de Trabajo, quien fue llevado de emergencia a un centro hospitalario.

 

A consecuencia de este fuerte enfrentamiento, también quedo herido uno de los fabriles, Adrián Choque Huanca, quien fue trasladado al Hospital Obrero, por el impacto en la cara de un cachorro de gas lacrimógeno; asimismo 17 personas del sector fabril fueron detenidas en instancias de la FELCC, a raíz de este suceso.

 

El fiscal de Distrito, Williams Dávila, anunció que el proceso en contra de los 17 detenidos, será por dos hechos delictivos: atentar en contra de la institución pública y los símbolos patrios, estas personas irían a medidas cautelares, después de la investigación.

 

En buena parte de las escuelas fiscales en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y La Paz pasaron clases con relativa normalidad.

 

En Santa Cruz, personal del Centro de diagnóstico de Enfermedades Tropicales (Cenetrop) marchó por corto lapso por las calles del centro de la ciudad, la más poblada y pujante de Bolivia, donde los maestros impartieron clases con normalidad.

 

La presión de sintió en Cochabamba, donde los fabriles incendiaron neumáticos y cortaron la carretera que une esa ciudad con Santa Cruz, a la altura del km 5 de la localidad de Sacaba, en la confluencia Huallani.

 

De acuerdo con reportes de la terminal de autobuses de Cochabamba, el corte de rutas en Sacaba dejó aislada a la ciudad. “No salen ni entran (auto) buses” a Cochabamba, dijo un portavoz de la base de autos de transporte colectivo interdepartamental.

 

En Sucre, capital de Bolivia, se registró una movilización que reunió a medio millar de personas, que recorrieron en paz las principales calles de la ciudad y exigieron, luego de convocar a un ampliado el miércoles, mayor aumento de salarios.

 

En la sureña ciudad de Tarija y en otros puntos del país se registraron protestas más modestas, por los mismos sectores enfrentados al Gobierno. En la combativa ciudad de El Alto la actividad productiva se desenvolvió en la normalidad.

 

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Oposición pide al Gobierno dejar soberbia y dialogar con sectores

 

Asambleístas de la oposición exhortaron ayer al Gobierno abrir un proceso de diálogo con los sectores sociales en conflicto, bajar el tono de la soberbia y buscar una solución urgente para no aumentar el malestar social a consecuencia de lo que consideran un injusto incremento salarial, tomando en cuenta los niveles de “bonanza económica” que el Gobierno pregonó.

 

CONTEXTO DEL CONFLICTO

 

Después de cinco años, el gobierno del presidente Evo Morales, enfrenta un primer paro nacional de los casi 60 sectores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) que, obligada por sus bases, tuvo que alejarse de la sombra oficialista para alinearse a la demanda de aumento salarial mayor al 5%.

 

El Gobierno ofreció y se ratificó en un incremento del 5% al salario mínimo nacional, sin embargo, los trabajadores fabriles exigieron un 12%, mientras el magisterio y salud, un 26%; trabajadores petroleros, policías demandan un 15%, e incluso militares hicieron conocer su descontento con un incremento del 3%.

 

El actual conflicto social data desde el 27 de abril reciente cuando trabajadores fabriles iniciaron medidas de presión y cumplen a la fecha una huelga de hambre que motivó a otros sectores como el magisterio y salud que cumplen un paro de labores, mientras el principal ejecutivo de la COB, Pedro Montes, desapareció en medio del conflicto protagonizado por sus bases.

 

Los fabriles anunciaron protestas en las calles en distintas ciudades capitales del país y la exigencia de un salario básico de Bs 7.600, la renuncia del secretario Ejecutivo de la COB, Pedro Montes, a quien acusaron de servil al Gobierno del MAS, a título de respaldo al proceso de cambio.

 

A este panorama social, se sumó los diez días de bloqueo en la provincia Caranavi al norte de La Paz, a consecuencia de enfrentamientos entre sectores colonizadores y productores de café afines al MAS por el traslado de una fábrica de cítricos de Caranavi hacia Alto Beni.

 

El Gobierno se mostró indiferente ante este conflicto y dejó la solución a un acuerdo entre partes, pero tampoco intervino la zona de bloqueo como lo hizo con otros sectores cuando desbloqueaba la carretera a Oruro con el argumento que no se podía restringir el derecho a la libre circulación.

 

PAÍS DE LAS MARAVILLAS

 

La diputada Elizabeth Reyes de Unidad Nacional lamentó que el Gobierno haya hecho ver que el país vive en “el país de las maravillas”. “Queremos saber por qué se nos miente todos los días, diciendo que el país tiene la mejor economía del continente, pero sus trabajadores tienen el peor salario del continente”, dijo la diputada paceña.

 

En su criterio, el pueblo está cobrando la factura al gobierno de Evo Morales y al MAS que ofreció todo y ahora no puede cumplir al país y consideró que la ola de protestas continuarán porque el MAS “está haciendo lo mismo que ellos hicieron: paros, huelgas, bloqueos y chicotazos”.

 

Por su lado, la diputada Norma Piérola (CN), opinó que el conflicto de Caranavi está siendo digitado por el Gobierno para no permitir una solución y aconsejó al presidente Morales “dejar de comprar un avión millonario, misiles o instalar una planta nuclear para dar a los colonizadores medios de producción”.

 

Manifestó que el Gobierno debe solucionar este conflicto para que la gente no siga perjudicándose o perdiendo su capital de trabajo, caso contrario deje la idea de comprar armamento y de sobornar a tanta gente para tomar las instituciones del país.

 

Píerola indicó que el incremento es viable, porque el 10 de febrero, el salario de los pilotos de Boliviana de Aviación (BOA) fue incrementado hasta 22 y 25 mil bolivianos, cuando los policías apenas ganan 700 bolivianos.

 

PELIGRO DE “UDEPIZACIÓN”

 

A su turno, el diputado opositor Tomás Monasterios opinó que se ve el inicio de un proceso de “udepización” de la administración del Estado lo cual lamentó porque su sentir – dijo - más allá de su condición de opositor, es de progreso y voluntad de trabajar.

 

“No podemos entender que una persona que ha llegado al cargo más alto del país gracias a la lucha social y laboral, ahora responda con la represión con actores que ni siquiera son militantes del proceso de cambio como el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti”, declaró.

 

El jefe de bancada de Concertación Nacional, Mauricio Muñoz, lamentó que el presidente mande a negociar a ministros que se sienten dueños del país para mirar con indiferencia a las medidas de protesta o huelgas de hambre esperando que éstas mueran por cansancio.[/align]

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